domingo, noviembre 04, 2007

LAS VIUDAS SE PONEN COLORETE

Las viudas se ponen colorete


Por Raúl Rivero

Madrid -- Queda mucho por ver todavía. El final de la función con toda la compañía --los tarugos, los perros amaestrados y los ratones del foso del teatro como solistas en el escenario-- sólo acaba de comenzar. Pero nadie puede negar que es un buen comienzo: Carlos Lage que clama por otro presidente (dos en vez de uno) y Felipe Pérez desesperado por un bloque regional de países del continente.

Algo. Que venga alguien a asegurar el yugo para seguir en el poder. No importa lo que sea, siempre que tenga a la cabeza a Hugo Chávez y sus jabas de dólares robados a los venezolanos. Todas las vías empiezan en Caracas y sus cajas de caudales. Esa es la garantía de un tiempo más en las maromas de la dictadura, las elecciones para tarados y las mesas redondas.

Ya se sabía que no les importaba la bandera ni la soberanía. El problema es no tener problemas y continuar en la farsa, con el país vacío y las cárceles llenas, sin patria pero con amo, sin pan pero con policías. Con el relevo peinándose en la habitación vecina y unos criados que les sacan brillo a las camisas rojas para que, enseguida que se acabe el funeral, entren los novios bajo un aguacero de arroz vietnamita y un coro que canta La internacional.

Las inminentes viudas tienen prisa. Se necesita alguien solvente que llegue a hacerse cargo de las ruinas y preserve las burbujas de las élites.

Un hombre fuerte que consiga que todo siga igual a dolarazo sucio con todo el mundo, aunque haya que sustituir los discursos gastados por recitales de bolerones y rancheras.

No importa, para eso están el partido y las fuerzas vivas de los pueblos hermanos. Que venga de inmediato una brigada de mariachis de izquierda a enseñar a todo el mundo a cantar El rey, de José Alfredo Jiménez. Que vengan conjuntos de llaneros, invitados por el Ministerio de Cultura, para que la juventud, los cedeerres y las mujeres aprendan a entonar Caballo Viejo.

Los técnicos de la Bolivia del querido Evo (algún cargo importante le tenemos que dar) que se presenten a trabajar sobre la idea de un poncho refrigerado que permita pasear por Varadero con esa pieza de colores brillantes. Y que la misma pieza, cerrada en el cuello mediante un lazo negro o una corbata, permita viajar a los países fríos y retratarse con líderes mundiales de la progresía.

Todo eso es puro detalle. Hay que adaptarse urgente a las nuevas condiciones y a los nuevos líderes, al tiempo que se le brinda asesoría para llevar al bloque o a Venezuela sola hasta el mismo lugar donde ha llegado Cuba en medio siglo.

En materia de prisiones el aporte puede ser ideal. Se le enviarán carceleros especializados en las celdas de castigo, que son un legado legítimo de la Unión Soviética. Se les darán lecciones sobre interrogatorios y golpizas y viajarán cocineros a diseñar el menú semanal de cada cárcel.

Se enviarán expertos de comercio interior para que la libreta de racionamiento dure toda la vida y no regrese nunca la abundancia. La de la isla tiene ya 43 años. Muy importante: eliminar con urgencia las vacas lecheras, para que se les pueda suministrar un vaso a los niños hasta que cumplan siete años.

Se pueden preparar equipos de notables que impusieron la tarjeta blanca para que se acabe en las fronteras ese asunto de los flujos migratorios.

Ya hay una avanzada de adoctrinadores en ciertas zonas, pero faltaría un comando que establezca que las universidades de la federación estarán abiertas nada más que para los alumnos fieles al pensamiento oficial de la vanguardia de ''el socialismo del siglo XXI''. Siempre se debe recordar (como un elemento persuasivo) que el socialismo del siglo XX dejó una herencia de millones de muertos.

Hay muchas parroquias donde la colaboración cubana será decisiva, pero ahora mismo hay otros apremios. Es una ley de la vida, la viudedad se siente desamparada.