lunes, junio 13, 2011

Desde Cuba: Socialismo: Garantía de nada

Nota del Bloguista

El sentido martiano de independencia generaliza aquel que restringe ese concepto a una relación Colonia- Metrópoli.

José Martí dijo:

¨ La independencia de un pueblo consiste en el respeto que los poderes públicos demuestren a cada uno de sus hijos.¨
(Carta a J.A. Lucena. New York, 9 de octubre de 1885)

y observen que los poderes públicos pueden ser foráneos o no y que el respeto es hacia cada uno de sus ciudadanos y no a una parte de ellos.

Pero José Martí también dijo:

“Dondequiera que hay libertad, hay la misma dicha. Y no quiero ver a mi patria; ¡no! víctima de capataces. La prefiero esclava de los demás a verla esclava de sus hijos. –Espera, la historia es larga. Hay tiempo de esperar, aunque no lo parece. Prefiero ser yo extranjero en otras patrias, a serlo en la mía. Prefiero ser extranjero a ser esclavo en ella…..” (Obras Completas de José Martí Vol. 22)

Lo cual es compatible con lo escrito en su carta a Máximo Gómez, al escribirle al dominicano su determinación de:

¨no contribuir en un ápice por el amor ciego a una idea en que me está yendo la vida, a traer a mi tierra a un régimen de despotismo personal, que sería más vergonzoso y funesto que el despotismo político que ahora soporta y más grave y difícil de desarraigar, porque vendría excusado por algunas virtudes, establecido por la idea encarnada en él, y legitimado por el triunfo¨ (Tomo 1, 177)
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Tomado de http://www.primaveradigital.org


Socialismo: Garantía de nada


Por José Antonio Fornaris



Managua, La Habana, 6 de junio de 2011, (PD) En el olvido han quedado consignas como "El futuro pertenece por entero al socialismo", "La historia es irreversible","Cuba, faro de América", y otras muchas por el estilo.

Ahora la que está en boga asegura que "El socialismo es la garantía de nuestra independencia".

Esa está muy relacionada con algo que desde hace más de medio siglo se repite casi de manera permanente: que los Estados Unidos quieren anexarse a Cuba".

Imaginemos por un instante que en esa nación se desarrolla una mega pandemia de locura, y con el visto bueno en pleno siglo XXI de Naciones Unidas, se anexa a la isla.

Eso no sería un asunto de tomar territorio, hay que tomar también a los nativos. De hecho, todos los cubanos se convertirían en ciudadanos estadounidenses. El primer resultado previsible sería que habría a los pocos meses que repoblar la isla, porque millones de los nuevos ciudadanos partirían hacia cualquier punto del territorio continental.

El socialismo (tradúzcase por grupo vitalicio en el poder) no ha podido garantizar siquiera un mínimo de honradez en sus funcionarios, es imposible que pueda garantizar independencia y orgullo nacional. Eso es algo intrínseco en cada ciudadano.

La pretendida maternidad del régimen sobre la independencia de la nación es una idea que solo cabe en las cabezas de los que quieren mantener el poder de cualquier forma y a sus maneras.

La nueva consigna no es más que propaganda política de la élite en el poder que percibe amenazas a su sistema de vida.

Cuba antes de 1959 era un país prospero -situémonos en la media mundial de la época. Ahora está casi en la mendicidad. Agreguemos a eso que por regla general, las comunidades de cubanos en los diferentes países donde están asentadas, también son prosperas.

El asunto entonces no es de los cubanos como tal, es del sistema socio- político impuesto en la isla.

Hay grandes potencialidades en el pueblo cubano. El desarrollo económico, social y político lo impide en primer lugar, el régimen de ideología e ideas extranjerizantes que nos han impuesto.

La cuestión es totalmente a la inversa: cuando no exista el presunto garante de nuestra independencia es que Cuba tendrá nuevamente la posibilidad de avanzar en todos los aspectos de la vida nacional.

El padre Félix Varela, el hombre que según se ha afirmado desde el siglo XIX fue quien nos enseño a pensar como cubanos, y parece que lo hizo bien, dijo: "Ningún gobierno tiene derechos. Los tiene sí el pueblo para variarlo cuando él se convierte en medio de ruina en vez de serlo de prosperidad."

En las actuales circunstancias, hacerle caso a Varela se ha convertido en una necesidad imposible de pasar por alto. La garantía de la independencia y de la prosperidad de la nación está en los próceres, y ninguno de ellos fue socialista o comunista.

fornarisjo@yahoo.com